Hace unos días, los clubes provinciales de fútbol decidían, por amplia mayoría, no dar continuidad en la temporada entrante a la novedad incluida la pasada sobre la disputa de una eliminatoria por una plaza de ascenso a División de Honor que disputaban los dos primeros clasificados de Primera Andaluza. Begíjar y Baeza la jugaron, siendo los campeones de la competición los que la ganaron finalmente, consiguiendo el premio del ascenso…
Creedme que entiendo perfectamente esta decisión porque, es cierto que ésta es la competición de la regularidad y que, sin duda, el campeón es el que más méritos ha reunido a lo largo de la competición, pero a la vez creo que hay condicionantes que deberían tenerse en cuenta para mantener esta eliminatoria en el futuro.
Lo cierto es que, si os fijáis, la mayor parte de los deportes han establecido para determinar los campeones de sus ligas una competición de play off entre los primeros clasificados. Algunos incluso, entre los ocho primeros. No es casualidad. Se trata de dar más emoción al final de liga y a la resolución del campeón. Además, se ha hecho de tal manera que finalizar lo más arriba posible otorga ventajas importantes en las eliminatorias a los mejor clasificados, algo que también ocurrió en nuestra eliminatoria entre Begíjar y Baeza donde, además del factor campo, a igualdad a goles tras el doble partido, el triunfo habría sido para el campeón del grupo, circunstancia que, finalmente, no fue necesaria.
Todos recordamos aún lo reñido que estuvo el final de la competición la temporada pasada en Primera Andaluza donde cinco y hasta seis equipos estuvieron pugnando por meterse en la eliminatoria final hasta las últimas jornadas. Creo que coincidiréis conmigo en que ese objetivo aumentó significativamente el interés en la recta final de liga y que hacía muchas temporadas que éste apretado final no se producía. Por otro lado, fui testigo de esa eliminatoria, en ambos campos, y todos los que estuvimos allí (entre 700 y 900 personas en uno y otro partido), vibramos con el fútbol y la emoción que nos ofrecieron ambos contendientes, algo que, por desgracia, es muy poco habitual actualmente en esta categoría, pero que recuperamos con esta eliminatoria.
Con los tiempos que corren y lo difícil que es atraer a los aficionados a nuestros campos, creo que, y a los hechos me remito, habría sido una buena medida mantener la eliminatoria de ascenso, no ya solo por el interés de los dos partidos en sí, sino también por el de las jornadas previas a la finalización del campeonato. Es más, mi opinión es que esta eliminatoria se podría trasladar también a la zona de descenso. Se trata, sin otra pretensión, que aumentar el interés de la competición regular, eso sí, reconozco que en detrimento de los méritos individuales de cada club en la competición regular, pero todo sea por dar emoción y activar esta competición que nunca me cansaré de decir, es la más prestigiosa de nuestro fútbol provincial.