El Comité de Competición ha castigado a medias las agresiones sufridas por un jugador del equipo de Inter de Jaén que participa en la Liga de Veteranos organizada por la Delegación en Jaén de la Real Federación Andaluza de Fútbol. Si bien una de ellas ha sido sancionada con rigor, otra no se ha reflejado en las sanciones impuestas, de manera que un futbolista agresor sale indemne y se va de rositas.
En los muchos años que uno lleva viendo fútbol modesto por nuestra geografía provincial he sido testigo de todo tipo de incidentes: desde agresiones a árbitros, combates de boxeo entre jugadores, pasando por riñas tumultuosas en el campo y grada; aunque por fortuna, en los últimos años este tema se está superando. Sin embargo, hace unos días fui testigo de dos brutales agresiones a un jugador del equipo de veteranos de Inter de Jaén por parte de dos futbolistas del equipo de veteranos de El Valle; una de ellas ha sido castigada como merecía (17 partidos) pero otra ha quedado en el limbo, al menos federativamente hablando, porque otra cosa será la vía penal, emprendida por el afectado, que sufrió diferentes lesiones y que fueron reflejadas en el parte hospitalario tras el reconocimiento en urgencias.
Y me cuesta trabajo creer que los tres árbitros (principal y asistentes) pudieran pasar por alto en el acta la primera agresión grave sufrida por el jugador de Inter de Jaén porque la vimos todos los asistentes al partido, que no fueron pocos, dado que en la banda próxima a los sucesos estaban calentando los equipos juveniles del Atlético Jaén y del Martos, amén del público de la grada, entre los que había, por cierto, niños de corta edad, posiblemente familiares de los jugadores de ambos equipos, algo que hace más grave aún la sucesión de agresiones que todos pudimos ver.
Lo cierto es que entre el acta inicial y el anexo posterior se omite la primera agresión, protagonizada por un jugador de El Valle y que ha quedado sin castigo federativo, como igualmente se observan contradicciones en su redacción.
A todo esto, el Comité de Competición pidió explicaciones de lo sucedido a ambos clubes pero parece que ni la denuncia policial adjuntada por Inter ni el resto de argumentos expuestos por este club han sido tenidos en cuenta, de manera que, finalmente, se ha castigado únicamente la versión ofrecida por el árbitro principal en el anexo al acta. Mientras tanto, el jugador agresor omitido, sigue jugando por nuestros campos sin rendir cuentas de su deplorable acto, aunque otra cosa será la vía penal, que aún está abierta y a la que, en su derecho, acudió el agredido en busca de una justicia que no ha encontrado en su totalidad en los despachos del ente federativo y que por el bien de esta nueva competición se debería dar.